* El canciller y el embajador mexicanos se han mostrado muy poca pericia para maniobrar
* México vive un momento sumamente delicado en su relación bilateral con Estados Unidos
* Se requiere de funcionarios con mayor bagaje en temas internacionales y diplomáticos
POR YAZMÍN ALESSANDRINI
BAJO ADVERTENCIA NO HAY ENGAÑO.- Hace nueve días, mientras volaba a bordo del “Air Force One”, el presidente estadounidense Donald Trump anunció que su próxima andanada de aranceles para prácticamente todos los socios comerciales de Estados Unidos, incluido México, entrará en vigor el próximo 1° de agosto. La tasa será del 50% para casi todos países de la Unión Europea y para nuestro caso la tarifa será del 30% (el arancel automotriz se grabará en un 20%) gracias a lo que se negoció en el marco del T-MEC durante el primer periodo de Trump en la Casa Blanca. Visto desde cualquier ángulo, esto es un verdadero desastre para México. ¡Punto! Este es, sin lugar a duda, un problema mayúsculo del cual todavía no han podido emitir un diagnóstico asertivo y atingente del lado mexicano. Y esto se debe a que el equipo de la Presidenta Claudia Sheinbaum aún no logra sacarle la cuadatura al círculo a esta problemática. Mientras en Estados Unidos el señor Trump dispone de un dream team que se está encargando a la perfección de esta situación, apretando tuercas, jalando las riendas y llevando la batuta hacia la dirección que mejor les conviene, acá nuestros “expertos” están pasmados, sin saber qué hacer ni como destrabar el lío. Y todo esto empieza por las dos cabezas más visibles en esta coyuntura: El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente Ramírez y el embajador Esteban Moctezuma Barragán. Ambos, hay que decirlo con total frialdad y objetividad, han sido totalmente rebasados. No han podido aportar nada definitivo y positivo a esta problemática. Con su proceder (entre ausentes y tibios) han dejado en claro que no son precisamente los mejores perfiles para manejar y resolver problemas diplomáticos y de política internacional. Los gringos se los están comiendo vivos y los que vamos a pagar los platos rotos vamos a ser millones de mexicanos. Así de simple.
FALTAN NIVEL Y EXPERIENCIA.- La voz cantante en este problema la está llevando el titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón y eso pues tampoco nos augura un muy buen desenlace en el corto plazo pues, como todos sabemos, los Trump ya le tienen muy bien tomada la medida. Es por eso que vale pena retomar las palabras que recientemente vertió el diputado federal Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Cámara Baja, durante su participación quinto seminario “Jóvenes Dialogan por el Segundo Piso de la Transformación” en el sentido de que México y la Presidenta, como Jefa de Estado, requieren de que haya verdaderos líderes que defiendan al país en los temas y en las problemáticas que internacionalmente están aconteciendo y que nos afectan directamente. Y que quede bien clara una cosa: En ningún momento estoy desestimando o subestimando las trayectorias de dos funcionarios como De la Fuente y como Moctezuma. En absoluto. Ambos poseen carreras sólidas dentro de la administración pública. Sus logros y sus aciertos ahí están, a la vista de todos. Pero, por lo mismo, es un hecho que no poseen los conocimientos, la experiencia y el fogueo en menesteres internacionales. Todavía hay tiempo (aunque no mucho) para que la Presidenta Sheinbaum implemente los cambios pertinentes para enderezar el rumbo de este barco que se está extraviando.
A VER A QUÉ HORA.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHC) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ya están actuando con respecto al tema de CiBanco, Intercam, y Vector Casa de Bolsa… ¿qué está esperando la Fiscalía General de la República (FGR)? Y, por cierto, ¿alguien sabe dónde está escondido Ponchito Romo? Sigue sin dar la cara.
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