El desastre (financiero y operativo) que implicó la efímera existencia del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), apenas tres años con cinco meses, con el tabasqueño Juan Antonio Ferrer Aguilar al frente, le costó a la administración obradorista nada menos que 409 mil millones de pesos, una cantidad espantosa de dinero que al día de hoy nadie sabe a donde fueron a parar. Lo único que se sabe al respecto, es que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tiene “bajo investigación” al responsable de este instituto que fue creado para sustituir al Seguro Popular y que supuestamente coadyuvaría para que México tuviera un sistema de salud igual o mejor que el de Dinamarca…
Pero como en los tiempos estelares de la llamada cuatro-té vale más la lealtad que la capacidad, a éste amigo fiel del expresidente López Obrador (me refiero a míster Ferrer) la Revolución ya le hizo justicia mucho antes de lo que varios imaginábamos, pues en estos momentos ya se encuentra haciendo maletas en razón de que debe reportarse lo más pronto posible ante sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París, Francia, en razón de que el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión determinó ungirlo como embajador extraordinario plenipotenciario y representante permanente de México ante aquella instancia.
Vaya, vaya… cómo dijera don Rubén Blades en las coplas del célebre Pedro Navaja: “La vida te da sorpresas / sorpresas te da la vida”.
Y al respecto, vale mucho la pena retomar las palabras vertidas por el senador panista por el Estado de México, Enrique Vargas del Villar, a quien no le tembló la voz durante la sesión de anteayer miércoles para asegurar que el nombramiento de Ferrer Aguilar no es un nombramiento de la Presidenta Claudia Sheinbaum, sino que se trata del pago de favores políticos hacia este personaje que durante toda su “trayectoria” en la política y la adminsitración pública ha estado estrechamente vinculado con Andrés López Obrador.
Enfático, el vicedoordinador de la bancada panista en el Senado señaló a Ferrer Aguilar como uno de los principales corresponsables del desastre que vivió México durante la pandemia por el COVID, la cual dejó como saldo poco más de 800 mil muertos y más de 200 mil niñas y niños huérfanos. Por lo mismo, argumentó que en lugar de premiarlo con esta especie de beca dorada (pues se va a ir a vivir a Paría con todos los gastos pagados), primero debería regresar todo lo robado pues hay 15 mil millones de pesos de los que no se sabe nada. La ASF lo tiene bajo investigación y la cuatro-té lo premia.
Y el nombramiento de Ferrer Aguilar, de acuerdo al senador Vargas del Villar no obedece ni a capacidad ni a tratectoria. Y como claro ejemplo de ello recordó que en 2018 México registraba a un total de 20 millones de mexicanos que no tenían acceso a servicios públicos de salud y que para 2023 esa cifra aumentó a ¡50 millones de personas! Y todo este desastre ocurrió mientras este señor fungía como el titular del INSABI.
Y a la par de la tragedia que supone el terrible estado que guarda la salud pública en México, el Gobierno sigue utilizando nuestras embajadas y consulados como moneda de cambio para pagar favores políticos.
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