Los ETF (Exchange Traded Funds o fondos cotizados en bolsa), cuyas participaciones se compran y venden en bolsa como si fueran acciones individuales, han concentrado entradas de capital superiores a 10 mil 600 millones de dólares en sólo cuatro semanas. Esto ha convertido al sector minero en un vehículo para quienes buscan exposición con apalancamiento a la subida de precios.
Otras compañías mineras, como Newmont y Barrick se mantienen entre las de mayor capitalización y han registrado subidas anuales relevantes (por ejemplo, Barrick ha mostrado retornos acumulados de doble dígito alto e incluso superiores al 100% en ciertos horizontes recientes).
Lo anterior obedece a que en las últimas semanas los precios del oro y la plata han alcanzado niveles inéditos que han reconfigurado la atención de inversuinistas, bancos centrales y analistas. El oro rompió múltiples récords en 2025 y llegó a tocar un pico intradiario de 4 mil 18.12 dólares por onza troy. Estas cifras reflejan un rally sostenido en 2025 que ha colocado a ambos metales como dos de los activos con mejores retornos del año.
La trayectoria de los precios muestra un ascenso rápido y pronunciado, ya que el oro acumula ganancias superiores al 60% en 2025 y la plata sube en porcentajes aún mayores, impulsada por la combinación de demanda como refugio y por un componente industrial en el caso de la plata que magnifica los movimientos.
Según analistas, las razones de estos incrementos en los precios del oro son convergentes y obedecen a cuatro factores: el riesgo geopolítico y episodios de tensión internacional que elevan la demanda por activos seguros; las expectativas sobre política monetaria; las compras institucionales y de bancos centrales que siguen acumulando oro para diversificar reservas; y a la dinámica de oferta y demanda de la plata, donde la demanda industrial (electrónica, fotovoltaico, vehículos eléctricos) coincide con limitaciones en la oferta, aumentando la sensibilidad del precio a flujos financieros. Los analistas citan también la debilidad relativa del dólar y flujos hacia ETFs como canal adicional que amplifica las subidas.
El impacto en el mercado bursátil ha sido contundente, pues las acciones de las grandes mineras auríferas y los ETF del sector han mostrado revalorizaciones muy superiores al metal subyacente en tramos clave por el efecto del apalancamiento operativo y las expectativas de mayores flujos de caja futuros.
El oro es importante en los mercados bursátiles porque actúa como activo refugio ante la incertidumbre económica y la inflación, ofreciendo estabilidad y preservación de valor. Su liquidez le permite ser fácilmente convertido en efectivo, y su baja correlación con otros activos ayuda a diversificar carteras, reduciendo el riesgo general. Los inversionistas pueden operar con él a través de diversos instrumentos financieros como futuros, opciones o ETFs.
El oro tiene varios roles en los mercados bursátiles:
Activo refugio: Durante crisis económicas, recesiones o alta volatilidad en los mercados bursátiles, el oro tiende a mantener o aumentar su valor, protegiendo el patrimonio de los inversionistas.
Cobertura contra la inflación: Su valor suele aumentar cuando la inflación se dispara, lo que lo convierte en una buena forma de proteger el poder adquisitivo del dinero.
Diversificación: El oro tiene una correlación baja o nula con otros activos como las acciones y los bonos, lo que ayuda a reducir la volatilidad total de una cartera de inversión.
Alta liquidez: Se puede comprar y vender fácilmente en el mercado mundial, lo que permite convertirlo en efectivo de forma rápida cuando sea necesario.
Herramienta de inversión: Se puede invertir en oro a través de varios instrumentos financieros, como el oro físico, futuros, opciones, CFDs y ETFs, lo que lo hace accesible para una amplia gama de inversores.




