CIUDAD DE MÉXICO.- El 15 de junio pasado el Gobierno de la Ciudad de México, después de un paro de los transportistas, aceptó el aumento de un peso en la tarifa del transporte concesionado, supuestamente después de acordar una serie de condiciones que pretendían mejorar la seguridad y calidad del servicio.
La diputada local panista Luisa Gutiérrez refirió que “a casi tres meses de dicho aumento, el transporte público está igual o peor que antes. Los lapsos eternos de espera, la contaminación, la inseguridad, un convoy del metro en la Línea B que, ante el terror de los usuarios, no paró en 12 estaciones, son algunas de las consecuencias del abandono en el transporte público y que las personas deben padecer todos los días, si quieren cumplir con sus responsabilidades en esta ciudad”.
“El calvario de transportarse diariamente en la ciudad no queda en estos inconvenientes, la falta de políticas encaminadas a regular correctamente el servicio y la incapacidad del gobierno en turno han provocado muertes. Ya no hablemos del penoso crimen en la Línea 12 del metro, sino de la reciente volcadura de una combi en Insurgentes Norte y Acueducto de Guadalupe en la alcaldía Gustavo A. Madero, este fin de semana, donde diez personas resultaron heridas y una murió”.
La legisladora capitalina recalcó que “ante los innumerables accidentes y la evidencia irrefutable de que la movilidad en la Ciudad de México es una actividad de altísimo riesgo, cabe hacer una serie de preguntas a la Jefa de gobierno y su grupo de expertos en movilidad:
• ¿Vale la pena seguir presumiendo todo tipo de transporte extravagante con colores llamativos para fingir que la política de movilidad es exitosa, sin antes haber resuelto lo elemental: el correcto cumplimiento de la normatividad por parte de los operadores del transporte?
• ¿Qué más tiene que ocurrir en esta ciudad para que las autoridades se tomen en serio la seguridad de las y los capitalinos?
• ¿Cuándo dejará de ser la Ciudad de México un espacio que destina sus recursos de forma predominante para la infraestructura de automóviles particulares en lugar del transporte público que la gran mayoría de capitalinos utiliza?
• Y lo más importante: ¿Cuándo podremos viajar en transporte público sin miedo a morir en el intento?”
