* Enrique Peña Nieto y Andrés López Obrador son artífices de este engaño mayúsculo
* No hay voluntad gubernamental para esclarecer la desaparición de los normalistas
* Este caso puso en relieve que México se convirtió en una enorme fosa clandestina
NOS SIGUEN FALTANDO 43.- Este jueves se cumplieron 10 años de la desaparición forzada (de esas que ya no existen en el mundo de caramelo de la senadora morenista Andrea Chávez Treviño) de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, ubicada en el municipio de Iguala, Guerrero y es el día que no sabemos lo que ocurrió en realidad con estos muchachos. Una década entera de engaños, de mentiras y de simulaciones, con dos gobiernos (el de Enrique Peña Nieto primero y el de Andrés López Obrador después) dedicados a tomarle el pelo a una nación entera mientras los familiares de las víctimas son usados como botín político en lo que hoy por hoy representa el caso más vergonzoso de cómo en este país la administración y la expedición de la justicia para los grupos vulnerables de esta sociedad es sólo una falacia recargada en un par de “verdades históricas” que sólo han servido para encubrir, solapar y proteger a los verdaderos culpables e involucrados porque, más allá de los Murillo Karam y los Encinas Rodríguez, la realidad es que ni este gobierno ni el anterior han tenido la voluntad de querer esclarecer este caso que todavía indigna y lastima a todos los mexicanos.
VERDAD MANIPULADA.- Diez años después de este bochornoso hecho, aún falta encontrar muchas piezas de este siniestro rompecabezas. Los ingredientes principales de esta narrativa son la omisión, la corrupción y la impunidad. Las versiones oficiales tanto del gobierno peñista como del gobierno obradorista son tan vomitivas como el hecho mismo de este crimen sin resolver. La única constante es que los argumentos que le han ofrecido a aquellos que les exigen acción y justicia nada más han servicio para insultar su inteligencia. Sí, ya todos sabemos que más de una centena de personas han sido detenidas y varias de ellas procesadas, pero lo cierto es que ninguna ha sido condenada. También han liberado y recapturado a varios implicados más, pero todo sigue igual, empantanado por la burocracia y el desinterés gubernamentales. Apenas las investigaciones apuntaron a complicidades y participación de nuestras inmaculadas fuerzas armadas el Presidente López Obrador de inmediato le dio línea a Alejandro Encinas para que le rascara por otro lado. Aquí el Ejército es intocable, aunque las evidencias tajantemente señalen que sí están involucrados en esta siniestra trama. Lo del basurero clandestino, lo de los restos óseos que se mandaron a estudiar a la Universidad de Innsbruck, Austria, lo de la barranca de la carnicería, la cacería contra Tomás Zerón de Lucio… todo ha sido una farsa monumental.
NO ES UN PASE DE LISTA.- Mientras tanto, sólo queda mantener la esperanza para que algun día, gracias al ahínco y compromiso de nuestras heroicas madres buscadoras (por que de nuestras autoridades ya no esperamos absolutamente nada), Abel, Abelardo, Adán, Antonio, Alexander, Benjamín, Bernardo, Carlos, Carlos, César, Cristian, Cristian, Cutberto, Dorian, Emiliano, Everardo, Felipe, Giovanni, Israel, Israel, Jesús, Jhosivani, Jonás, Jorge, Jorge, Jorge, Jorge, José, José, José, José, Julio, Leonel, Luis, Luis, Magdaleno, Marcial, Marco, Martín, Mauricio, Miguel, Miguel y Saúl puedan volver a sus casas para que sus familiares los vuelvan a abrazar, pero también para que, de viva voz, sean ellos quienes nos narren lo que verdaderamente ocurrió.
¡Que así sea!
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