loader image

Comparte nuestro contenido en tus RRSS

LOS CONTEXTOS SOCIOCULTURALES DETERMINAN LOS VALORES DE CADA GENERACIÓN

LOS CONTEXTOS SOCIOCULTURALES DETERMINAN LOS VALORES DE CADA GENERACIÓN

*Datos de la Universidad de Harvard revelan que el 78% de los conflictos generacionales en el ámbito laboral y social provienen de diferencias en valores y formas de comunicación más que de diferencias tecnológicas*

Con frecuencia, quienes rebasamos los 50 años no entendemos las formas de pensar y las conductas de los jóvenes. A pesar de que ello ha sido una queja reiterada porque siempre existe una brecha generacional, a raíz de la revolución tecnológica este hecho se ha acentuado. El rápido avance de la tecnología ha provocado que el entorno de las nuevas generaciones sea sustancialmente diferente al que prevaleció durante la formación de quienes ahora rebasamos el medio siglo de existencia.

Crecimos, educados por nuestros padres, abuelos, el profesorado de todos los niveles, las religiones y, desde luego, los medios de comunicación con sus películas, series, telenovelas, conductores de espectáculos y de noticieros, documentales históricos, libros, periódicos, revistas, etcétera.

Según el psicólogo social Jonathan Haidt, la forma en que crecemos y las normas que aprendemos influyen profundamente en nuestra percepción moral. Su teoría de los “fundamentos morales” explica por qué generaciones distintas pueden tener valores diferentes, puesto que cada grupo ha sido expuesto a contextos socioculturales distintos.

Un estudio de la Universidad de Stanford mostró que los programas de televisión y el cine refuerzan ciertos estereotipos a lo largo del tiempo. En el siglo XX, los medios promovieron roles de género tradicionales y narrativas que hoy resultan polémicas. El impacto de los medios de comunicación en la formación de valores es innegable.

Arturo Sandoval, un experto en el tema, cita algunos ejemplos: “Ángel Fernández, un cronista de fútbol muy reconocido de los años 50 a los 90, al igual que Paco Malgesto, Fernando Marcos, Sonny Alarcón, Toño Andere, etcétera, narraban muchos deportes como béisbol, lucha libre, box, grandes premios de autos y todos los eventos en Juegos Panamericanos u Olimpiadas. No faltaban en los concursos de belleza ni en noticieros de cine. La televisión de aquella época era reflejo de los valores de la sociedad muy patriarcal”

Don Fernando -afirma Sandoval- sacaba sus frases y sus “chistes” en el transcurso de una narración o en los comentarios de medio tiempo, con chascarrillos como estos:

– “¿En qué se parecen las mujeres a las chamarras de cuero?”

“En que duran mucho y se arrugan pronto.”

– “¿Por qué se les dice a las mujeres ‘damas’?”

“Porque se van con quién da-más.”

Estas expresiones misóginas, dichas por Fernando Marcos, eran festejadas por sus compañeros de transmisión.

En todos los juegos que narraba, Ángel Fernández se refería al fútbol como “el juego del hombre”. 

La costumbre de entonces, de festejar los chistes machistas, racistas o discriminatorios, tiene una explicación: Según el psicólogo Robert Provine, “la risa es una herramienta social que refuerza la pertenencia a un grupo”. En el pasado, los chistes machistas o despectivos eran parte de la cultura dominante, pero hoy se ven de manera diferente al cambiar las normas de convivencia.

En México, el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM señala que la televisión de los años 50 a 80 construyó una imagen del hombre como autoridad y protector; mientras, la mujer era representada como figura secundaria, muchas veces subordinada y anulada

Los adultos mayores y los jóvenes de hoy no somos diferentes por naturaleza, sólo fuimos formados en un mundo con reglas distintas. La evolución cultural es inevitable, y aunque hoy nos confunda un poco el lenguaje woke, el feminismo o la diversidad de género, estos cambios son el resultado de una sociedad reescribiendo sus valores con base en nuevas investigaciones y debates.

Datos de la Universidad de Harvard revelan que el 78% de los conflictos generacionales en el ámbito laboral y social provienen de diferencias en valores y formas de comunicación más que de diferencias tecnológicas. Según un estudio del Pew Research Center, el 62% de los adultos mayores de 50 años siente que debe moderar sus opiniones en redes sociales para evitar conflictos con las generaciones más jóvenes. 

Joe Barcala dice que “ver al mundo desde una perspectiva egoísta, narcisista, chovinista, provoca el desperdicio de las generaciones”.

Comparte nuestro contenido en tus RRSS

Scroll al inicio