En Morena es un secreto a voces: Fueron sus compañeros radicales del partido quienes encabezaron los hechos violentos del viernes pasado en la Colonia Condesa.
Falso que protestaran contra la gentrificación. Ese fue el pretexto. El único objetivo fue amedrentar, acalambrar a los “gringos” que habitan en esa colonia y otras circundantes, como una especie de venganza por lo que hacen las autoridades estadounidenses contra los mexicanos: Perseguirlos hasta debajo de las piedras para expulsarlos del país de manera arbitraria, ilegal, sin siquiera concederles derecho de audiencia, separándolos de sus familias, incluso dejando hijos menores de edad en el abandono.
En el caso de los estadounidenses en México, seguramente su situación migratoria está en orden, por lo que el gobierno de Claudia Sheinbaum no puede presionarlos por ahí, y seguramente menos lo querrá, aunque tiene herramientas discrecionales para expulsarlos, si lo quisiera. Por el ese, lado los gringos pueden estar tranquilos, pero ya no necesariamente andarán igual caminando por las calles de la Condesa y otras colonias como la Roma, San Miguel Chapultepec, Escandón, Juárez.
Al menos acalambrados ya quedaron, aunque la mayoría no son estadounidenses. Desde la pandemia, por su ubicación y su arquitectura parecida a la de algunas ciudades europeas importantes, esas colonias llamaron mucho la atención de los llamados nómadas, muchos de naciones de Europa: Inglaterra, España, Francia, Italia, Alemania. Llegaron muchos a vivir a México, pues por su poder adquisitivo se los permite (el euro está casi a 23 pesos). Para los “gringos” ha habido pérdida de fuerza económica porque el dólar cayó de 22 pesos a 18 y se prevé llegue incluso a los 16.
Para los grupos radicales de Morena todos son “gringos”, a quienes les exigen que hablen español en la Ciudad de México sin importar cuál sea su nacionalidad, porque son personas predominantemente caucásicas: Blancos, cabello rubio, etcétera. Es racismo mezclado con xenofobia, igualita su actitud a la que tanto le critican a Donald Trump. Los extremos se juntan y terminan siendo lo mismo: Los radicales de Morena y el ultraconservador pelirrojo del Partido Republicano.
En otras colonias donde hay más “gringos” y potencialmente aumentarán hay un trato institucional y de enorme protección del Gobierno Mexicano: Polanco, Nuevo Polanco, Irrigación, porque en ese rumbo construyeron la nueva sede de la Embajada de Estados Unidos y hasta enfrente les pusieron una de las bases de la Guardia Nacional (GN) más grande de la capital del país, ahí donde estaba la Casa de Moneda, un búnker, que sigue siendo búnker, frente a otro búnker.
El amedrentamiento contra “gringos” en la Condesa, encabezado por grupos radicales de Morena, por supuesto enfadó a las autoridades estadounidenses, a las que no les falta pretexto para endurecer su persecución contra nuestros paisanos, encabezada por la titular del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
Irónica, en su cuenta de X, acusó recibo del calambre a sus paisanos y luego dijo: “Si se encuentra ilegalmente en Estados Unidos y desean unirse a la próxima protesta en Ciudad de México, utilicen la aplicación CBPHome para facilitar su salida”.
El tema de la gentrificación seguirá siendo mero pretexto para que, cuando así les plazca, esos grupos radicales de Morena recurran a una estrategia trumpista. Eso no resolverá ni la gentrificación y menos frenará los abusos contra los paisanos en aquella nación. Incluso, podría ser peor, como ya lo dejó ver Noem.
Lo veremos.