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La elección del 2024 evidentemente será una elección de Estado, en la que los cuatroteistas ya se sienten ganadores, porque la profecía del Mesías Andrés Manuel López Obrador, así se los ha proclamado. Como cuatrotéistas y no cuatrotéistas, al parecer no piensan por si solos han aceptado la verdad que les fue expresada por Andrés Manuel, el auto-ungido símbolo de la esperanza y la redención, que sin el menor análisis la han aceptado. Sin embargo, la realidad nos dice que eso no es verdad. ¡Van a perder! 

La 4T va a perder, sencillamente porque no traen más allá de 20 millones de votos, y porque el 2 de junio saldrá a votar un mínimo de 65 millones de electores. 

45 millones de ciudadanos serán los que decidan el resultado de la elección del 2024. La cuestión es si en la coalición Fuerza y Corazón por México existe el talento, la capacidad política y técnica necesarias para convocar a esos 45 millones de mexicanos. Si existe, la coalición FCM gana la elección. Ese es el gran reto de los próximos 4 meses.

La aparente fortaleza de Morena y la 4T, esta soportada en un pensamiento homogéneo que como ya lo hemos comentado, al mismo tiempo se convierte en su mayor debilidad. Porque en una sociedad como la nuestra, tan heterogénea con intereses y problemáticas tan diversas en cada una de las diferentes regiones de las 32 Entidades, en donde cada Micro región es como un país distinto, intentar uniformar a este país en un solo pensamiento no tiene sentido, por el contrario, es una aberración. 

Establecer categorías únicas y absolutas como “el pueblo” y “todos son el pueblo”, habla de un profundo desconocimiento de eso a lo que El Mesías López Obrador llama las culturas. Porque en ningún sentido somos iguales, ni tenemos las mismas necesidades y aspiraciones. Andrés Manuel López Obrador está pretendiendo equipararnos a la cultura de una regional rural. Cuando México cuenta con una enorme heterogeneidad urbana, metropolitana, con regiones totalmente conectadas al mayor avance cultural y tecnológico del mundo. 

¡Ahí esta la gran oportunidad! Ahí se encuentran los 45 millones de electores que las y los candidatos de la coalición Fuerza y Corazón por México necesitan para ganarle a los 20 millones de ciudadanos que todavía simpatizan con López Obrador y su 4T.

Si revisamos los números del 2018, veremos que un número importante de electores votaron por AMLO, no por convicción, ni por alguna coincidencia ideológica o por un moderno proyecto de nación (nunca lo hubo), sino que lo hicieron hartos del comportamiento de algunos personajes del PRI y del PAN. De esta manera llego a los 30 millones 110 mil 327 votos. 

En el 2020 con motivo de la Revocación de Mandato, únicamente acudieron a las urnas a votar 16 millones de personas, y en el 2021 volvieron a votar los mismos 16 millones. Esto quiere decir que la base dura de Andrés Manuel, su 4T y Morena es de 16 millones de seguidores. De ninguna manera son los 30’110,327 ciudadanos que votaron por él en la elección Presidencial.
La elasticidad de Morena y la 4T es probable que pueda subir a 20 millones , es decir el voto duro mas un 25% flotante que dependerá de las propuestas que realicen. 

En esta cifra quedan incluidos los votos clientelares provenientes de los subsidios. El presidente López Obrador asegura que reparten 21 millones de subsidios, entre adultos mayores, jovenes, etc.. Sin embargo, en un mismo hogar pueden estar llegando en este momento 2 o 3 subsidios. Estas familias, que han resuelto su condición económica a través de los programas sociales del gobierno, evidentemente van a votar por Morena. 

En nuestra estimación de los 36 millones de hogares que se encuentran distribuidos en todo el territorio de nuestro país, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no llega más allá de entre 7.5 y 10 millones, y lo hace con un promedio de dos o tres subsidios por vivienda (adultos mayores -esposo y esposa-, un adolescente con discapacidad, un menor que va a la escuela y recibe una beca, por mencionar algunos). Entonces, si en la realidad llegan entre 7.5 y 10 millones de hogares, pues estarán obteniendo entre 16 y 20 millones de votos. Nada más. ¿Por que? Porque el indicador nos dice que pueden tener alrededor de 3 votantes por hogar, sin embargo no todos van a votar de manera homogénea alrededor de los candidatos de Morena y la 4T. 

Los otros 45 millones de electores, están compuestos por ciudadanos de los segmentos de pobreza baja, clase media baja, media, alta y clase alta, donde podemos identificar a los ciudadanos que no se mueven mediante subsidios. Esa es una población que cuenta con mayores niveles de educativos. Es población eminentemente urbana y suburbana que constituye el capital humano de nuestro país, que esta conectada con el mundo, y para quienes el cambio tecnológico representa grandes oportunidades de movilidad económica y social. 

Son grupos poblacionales que no están esperando un nuevo subsidio de la 4T, por el contrario, estan esperando un conjunto de programas que amplíen los espacios de oportunidad en Educación , en Salud, en el Desarrollo de Servicios Profesionales e Innovación Tecnológica, en temas de Medio Ambiente, Energía, Finanzas, Comercio, y que están esperando un plan de gobierno eficaz que les permita un nuevo modelo de gobernanza, en donde ya no exista una disputa entre lo que corresponde al Gobierno y lo que le corresponde al Sector Privado. Sino que entre todos construyamos los procesos de valor de manera complementaria. 

Son 45 millones de electores que requieren de una conducción moderna, de abajo para arriba. Ese es el contrapunto, ese es el reto hacia donde tienen que dirigirse articuladamente las candidatas y candidatos de la Coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRD, PRI), si quieren ganar la mayoría de las Presidencias Municipales, Diputaciones Locales, Diputados Federales, Senadores, Gobernaturas y como cereza del pastel la Presidencia de la República. Sí, en ese orden, de abajo para arriba. Porque pretender hacerlo de arriba hacia abajo, significa remar contracorriente.

Para eso, lo que se tiene que hacer es todo un trabajo de inteligencia y competitividad electoral, donde se tiene que evaluar metodologicamente el comportamiento electoral en cada uno de los distritos y secciones electorales del país, definir los procesos, la información que arrojan los datos, priorizar las causas de los ciudadanos y definir los compromisos. Utilizar plataformas tecnológicas, posicionar los conceptos prioritarios de los votantes, comunicarse permanentemente de forma bidireccional y en tiempo real con los ciudadanos y sus causas, y como lo ya lo mencione, las candidatas y candidatos como un gran ejército deben actuar articuladamente en un proceso crítico, innovador y propositivo. 

Esto no lo pueden hacer las candidatas, y candidatos de la 4T. Porque en su evaluación la base de sustentación por definición de su Mesías son los siervos de la nación y la población clientelar. Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y todos los demás integrantes de Morena, no tienen argumentos para ir por la sociedad que durante 6 años han excluido, no tienen forma de justificar ir ahora por encima de su base clientelar. 

No requieren de consultoría, porque ellos tienen un absoluto Consultor Nacional, Andrés Manuel López Obrador. Él y solamente él, les esta diciendo que hacer y que decir. Es impensable que puedan mover ni una coma a sus designios y profecías, comenzando por su candidata Claudia Sheinbaum, hasta los candidatos a Presidentes Municipales. Los Diputados Federales y Senadores a lo único que se tienen que limitar, es aprobar el paquete de Reformas que les enviará este 5 de febrero. En resumen, es lo único que Morena y sus aliados tienen permitido hacer. Prohibido pensar. 

En que se capacitan, si lo que van a hacer es ejecutar órdenes. No necesitan información, lo único que necesitan en el territorio es la movilización de su base clientelar existente. No necesitan programas de inteligencia, porque para eso tienen los directorios de beneficiarios y a los siervos de la nación. No necesitan plataformas digitales porque el trabajo se los hace la Tesorería de la Federación que reparte el dinero público a través de las Tarjetas del Bienestar. No necesitan financiamiento porque traen a manos llenas recursos públicos y como se ha evidenciado, también de grupos de la delincuencia organizada. Tampoco necesitan marketing político, ese lo hace el Presidente de la República todos los días en la Mañanera. No necesitan entender al ciudadano para elaborar propuestas porque para eso esta Claudia Sheinbaum y el 2o piso de la 4T. Ya les indicaron lo que tienen que hacer, otra Refinería, Trenes y Aeropuertos inútiles. Prohibido pensar diferente. Para que hacer operación política si para eso tienen a los siervos de la nación. Por último, no necesitan hacer campañas concurrentes porque todos en todo el territorio nacional van a moverse y tocar con la misma partitura, y en el mismo tono. Porque según Andrés Manuel López Obrador el pueblo es solo uno, y el pueblo es él.

Lo que veremos en los próximos meses serán dos tipos de campañas. Una unitaria y acrítica, que lo único que tiene que hacer es festejar y promover el pensamiento de su Mésias. El reto de las y los candidatos de Morena, sus aliados y la 4T, será cumplir cabalmente y al pie de la letra las instrucciones de López Obrador.

Del otro lado veremos a una sociedad hambrienta de opciones. Donde el reto de las candidatas y candidatos de la coalición Fuerza y Corazón por México, es entender la complejidad de esa sociedad, conducirla y hacerla participar en un proyecto de futuro (dos proyectos diametralmente opuestos). 

Una sociedad, a quien López Obrador por su incapacidad de entendimiento, inteligencia y desprecio se ha dedicado a descalificarlos y estigmatizarlos, que si son de derecha, neoliberales, o que son oligarcas. Eso es falso. No mienta señor Presidente. El pequeño comerciante, el empresario, el técnico, el profesionista, el campesino, el agricultor, el empleado público, el académico, de ninguna manera son oligarcas. Ellos, son la verdadera riqueza de esta Nación. 

Veamos si los liderazgos de las organizaciones de la sociedad civil, las candidatas y candidatos que compiten este 2 de junio de 2024, están en condiciones de movilizar y conducir a estos 45 millones de electores para ganar la elección. Si logran entender a estos millones de ciudadanos y ganan. Deberán conducir a nuestro país bajo un modelo totalmente diferente del modelo partidista pre-AMLO .

La gobernanza después del 2025, una vez ganada la elección será la de un Gobierno de Coalición. Pero con la sociedad, no entre partidos políticos y la repartición de posiciones entre los dirigentes de los partidos políticos. En donde el reto mas importante será para Xóchitl Gálvez. Veremos si tiene el liderazgo, arrojo, visión y estatura de una Ángela Merkel para conducir el talento de la sociedad y hacerlo productivo, por una parte. Por la otra, articular a un ejército de 20,262 candidatas y candidatos de tres diferentes partidos políticos para salir al campo de batalla de aquí al 2 de junio.

Por otro lado habremos de observar si los partidos políticos tienen el talento para refundarse y retomar la conducción política del país. Porque si la coalición Fuerza y Corazón por México gana la elección, definitivamente no va a ser por ellos. Habrán ganado gracias a las candidatas, los candidatos y a la sociedad. Porque es una realidad que a los partidos políticos, a ninguno, les alcanzan para ganar ni una sola elección.

Una vez más, como en el 2018, es la sociedad enojada y harta de la ineptitud de los liderazgos políticos la que se va a expresar este 2 de junio. Y es la sociedad con sus instrumentos la que tiene que conducir el triunfo. Los partidos políticos no solo ya no pueden, no saben como conducir a los ciudadanos. Las estructuras del PRI ya no son suficientes porque se construyeron para otra cosa y para otros momentos. Tampoco alcanzan para un triunfo las organizaciones del PAN. De las del PRD ya ni hablamos.

Será la sociedad la que va a tomar la iniciativa, porque están peleando por su futuro. Porque temen que la incapacidad de los políticos, de cualquiera que sea el color -incluyendo a Morena- continúen secuestrándoles su futuro. Con Xóchitl o sin Xóchitl. Porque los ciudadanos tienen muy claro que Xóchitl no es un liderazgo. Xóchitl Gálvez solamente es un símbolo.

…Y no es pregunta.

Contacto.- @MarthaGtz (Twitter / X)
*Vocal del Consejo Directivo del Instituto de Política y Gobernanza, A. C.

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