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La confusión, el caos y lo inesperado es el ambiente ideal en el cual busca moverse el expresidente Donald Trump. Siempre busca estar en ventaja ante cualquier situación, bien sea mediante engaños, exageraciones o simplemente con cortinas de humo. La mentira y la polarización son sus constantes.

En busca de conseguir una segunda postulación a la presidencia de los Estados Unidos ha hecho de todo, pero el tiempo parece alcanzarlo.

Y bueno, el Departamento de Justicia, informó el martes pasado ya muy noche como no queriendo que se supiera,  que tenía pruebas de que los documentos clasificados en la residencia de Mar-a-Lago en la Florida del polémico Donald Trump, fueron “probablemente ocultados y retirados” antes del registro del FBI para recuperarlos.

En su presentación judicial de última hora, el Departamento de Justicia dijo que la solicitud de Trump de nombrar a un inspector especial para revisar los documentos “es innecesaria y perjudicaría significativamente los intereses gubernamentales importantes incluidos los intereses de seguridad nacional”.

Lo que ha trascendido es que algunos de los documentos eran tan sensibles y clasificados que los agentes del FBI y los abogados del Departamento de Justicia necesitaban autorizaciones de seguridad adicionales para revisarlos, pero Trump simplemente decidió “guardarlos” en su casa de descanso.

El Departamento también argumenta que reunió pruebas “de que probablemente se hicieron esfuerzos para obstruir la investigación del Gobierno” con registros de la Administración “probablemente ocultados y eliminados” en los meses previos a la búsqueda.

El Departamento de Justicia intentó reforzar su caso ante el tribunal incluyendo una foto del FBI que muestra documentos y “portadas clasificadas recuperadas de un contenedor” en la “oficina 45” de Trump, en referencia a que es el cuadragésimo quinto presidente. La foto muestra documentos marcados como “secreto”, “alto secreto” y “SCI” — que significa “información sensible compartimentada” altamente clasificada.

Este es Trump… un hombre muy complicado…

Eso sí, cuando los problemas lo alcanzan, el ex presidente anuncia que contrató a un famoso abogado para que defienda sus intereses y fiel a su estilo acaba de informar que ha incorporado al equipo legal que lo representa en el caso por el registro en su residencia en Mar-a-Lago al abogado, Chris Kise, ex procurador general de Florida y cercano al gobernador de este estado, Ron DeSantis.

El nuevo integrante del equipo Trump es conocido como un feroz litigante en causas políticas, Kise ha ganado cuatro casos ante el Tribunal Supremo estadounidense y varios ante el supremo de Florida, además de haber formado parte del equipo de transición de Ron DeSantis y de su predecesor en la Gobernación estatal, el actual senador por Florida, Rick Scott.

Según el canal de televisión NBC News, Kise incluso podría aparecer como abogado representante del expresidente en una corte federal de Florida el jueves próximo, día en que la magistrada Aileen Cannon ha llamado a ambas partes para escuchar los argumentos sobre la posible designación de un perito independiente que supervise los documentos extraídos durante el registro.

Cabe recordar que a comienzos de la semana pasada, Trump solicitó en una corte federal de Florida la designación de un “maestro especial”, que es un perito independiente para supervisar el registro del pasado 8 de agosto en Mar-a-Lago la residencia de invierno del exmandatario.

Pero ahí no quedaron las exigencias de Trump y solicitó además un reporte más detallado de lo decomisado y la devolución de aquello que no estuviera incluido en la orden judicial que autorizó el registro, durante el cual el FBI recuperó documentos clasificados.

La jueza comunicó el fin de semana su intención “preliminar” de designar a un perito que supervise los documentos retirados durante el registro y dio plazo hasta este martes para que el Departamento de Justicia conteste al pedido hecho por el expresidente (2017-2021).

La fiscalía general de los Estados Unidos informó a través de una moción ingresada en la corte que ya completó la revisión de “un conjunto limitado de materiales que potencialmente contienen información privilegiada abogado-cliente”, y que ahora está en proceso de “abordar posibles disputas de privilegios”. Sin duda, Trump busca cualquier resquicio legal para generar caos.

Y es que la realidad, esa necia y terca realidad, supera la narrativa del expresidente a pesar de que haya una cascada de evidencias en contra del expresidente Donald Trump, sobre los documentos que el FBI recuperó en operativo en Mar-a-Lago, el exmandatario está aplicando una estrategia legal que le ha resultado exitosa en otros conflictos legales.

Los medios de comunicación, a los que tanto atacó durante su mandato, presentan tan pronto detectan algunas de sus “mañas”, notas, reportajes o artículos de opinión que lo desnudan… “nuevamente Trump busca iniciar un proceso judicial que permita retrasar lo más posible un problema ante un tribunal” destaca un análisis de The New York Times, el cual retoma la petición de un “árbitro externo” para que revise los documentos incautados por agentes federales.

“Como presidente, Donald J. Trump, empleó una estrategia consistente y en gran medida exitosa para defenderse de las investigaciones de supervisión del Congreso, obstruir hasta que la pelea llegó a los tribunales”, destaca el análisis. “Incluso si los jueces finalmente rechazaran sus reclamos legales podría usar el ritmo lento de los litigios para agotar el tiempo”.

La pregunta después de todo esto es… ¿podrá salir de esta crisis como de otras tantas otras?  Al tiempo.

Contacto.- @lalocampos03 (Twitter)

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