* Afuera de Palacio Nacional hay una realidad que AMLO niega a diario
* El menú: Homicidios dolosos, desapariciones forzadas, feminicidios…
* Nadie se ha querido ocupar y responsabilizar de la seguridad en el país
MILANESA DE INCOMPETENCIA.- La retórica presidencial está totalmente
desgastada. Desde que se decidió a gobernar con la entraña, apenas arrancó su gestión, en
lugar de recargarse en el sentido común y en el diagnóstico de país que él mismo hizo
cuando estuvo en campaña, el Presidente López Obrador despilfarró la enorme oportunidad
que la historia le puso en charola de plata para convertirse en un verdadero agente de ese
cambio que, según él, representaba la llamada Cuarta Transformación. En su momento, a
principios de 2019, él mismo lo dijo: “Sin seguridad no habrá 4T”. Y como el pez por su
propia boca muere, a poco más de un año de que el tabasqueño se retire de la política para
disfrutar de su jubilación en su rancho, pues resulta que no tenemos ni seguridad y, por
ende, tampoco tenemos 4T. Y ni cómo echarle la culpa a los neoliberales, a los
conservadores o a los prianistas. La realidad es que la “curva de aprendizaje<<” para este
gobierno se agotó desde hace mucho tiempo y la frialdad de los números arroja que la
política de los abrazos y no balazos ha servido sólo para dos cosas: Para nada y para nada.
Los índices de violencia y de inseguridad han escalado niveles nunca antes vistos y en lugar
de ocuparse para solucionar esta terrible situación el Presidente sigue optando por repartir
culpas y evadiendo su responsabilidad. El baño de sangre y la displicencia/inacción
gubernamental aumentan a cada día que transcurre y eso nos está rezagando como nación.
SOPA DE NÚMEROS.- No importa donde postremos la vista: Chiapas,
Guanajuato, Michoacán, Morelos, con los ineficaces e ineficientes Rutilio Escandón, Diego
Sinhué Rodríguez, Alfredo Ramírez Bedolla o Cuauhtémoc Blanco, respectivamente;
prácticamente todo el país está en llamas y teñido de rojo y no hay poder sobrehumano que
le haga entender al Presidente Obrador que el “vamos requetebién” y “el pueblo está feliz,
feliz, feliz” sólo existen en su imaginario. Y para botón de muestra aquí les obsequio un par
de rubros con sus respectivas cifras: Los primeros 55 meses del obradorato ya suman la
friolera de 159 mil 181 homicidios violentos, superando por mucho los 105 mil 435 de
Enrique Peña Nieto, los 83 mil 070 de Felipe Calderón y los 45 mil 718 de Vicente Fox
Quesada. Asimismo, en lo referente a desapariciones forzadas en México por sexenio,
tenemos que la gestión de Andrés López Obrador ya presume un total de 41 mil 808
personas desaparecidas, número que sólo es superado por los 52 mil 948 que se registraron
durante la administración de Enrique Peña Nieto. Pero eso sí, desde las conferencias
mañaneras el Presidente siempre está presto para desestimar e incluso burlarse de las alertas
migratorias que varias naciones (Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, etcétera) le
hacen a sus turistas para que eviten vacacionar en México. Las dos principales fuentes de
ingreso para nuestro país son el envío de remesas que hacen nuestros paisanos desde la
Unión Americana y el turismo y en casi cinco años de obradorato el titular de la Secretaría
de Turismo, Miguel Torruco Marqués, ha sido incapaz de acercarse a su jefe para