Hacer algunos días publiqué en este mismo espacio que la presidenta Claudia Sheinbaum estaba procediendo con una acertada cautela en relación al delicado tema de qué hacer con los ya muy identificados narcogobernadores.
También documenté que las agencias de inteligencia de los Estados Unidos presionaban al Estado mexicano filtrando informaciones sobre el pasado y también del presente que tienen ubicados a personajes como Rubén Rocha Moya (Sinaloa), Alfonso Durazo (Sonora) y Américo Villarreal (Tamaulipas), todo con el fin de que se dieran instrucciones a la Fiscalía General de la República (FGR) para abrir carpetas de investigación sobre los casos de esos mandatarios estatales mencionados en medios de comunicación de Estados Unidos porque, como todo mundo lo sabe, tanto la DEA como el FBI son las “gargantas profundas” que alimentan a esos medios.
Hoy recibo una información que me comprueba la insatisfacción mencionada:
“Me acaban de informar que la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila entró a la lista de presuntos narcogobernadores que tiene el gobierno de Donald Trump por el crecimiento que ha tenido el cártel de Los Rusos en dicho estado, quienes son una escisión del Cártel de Sinaloa. La presidenta de la hechiza Confederación Nacional de Gobernadores (CONAGO) tiene cifras alarmantes de desaparecidos que ha ocultado comprando a medios de comunicación”.
Está claro que los Estados Unidos no consideran que la deportación a ese país de 29 narcos que eran buscados por ellos es una prueba suficiente de que México está cumpliendo con su compromiso de combatir de verdad al fenómeno del narco y su control del contrabando del fentanilo.
No es lo que ellos esperaban.
Quieren a los capos mayores y, desde luego, de manera por demás significativa, las cabezas de los llamados narco gobernadores.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo lo siguiente el pasado domingo en el Zócalo de la Ciudad de México: “Habría que hacer, de ser necesario, otra convocatoria a una nueva concentración por lo que pudiera ocurrir.”
¿Qué podría ocurrir?
¿Acaso de aquí a abril se darán las detenciones de capos importantres o las de los narcogobernadores que tanto espera Estados Unidos?
La Presidenta de México tiene que ser muy cautelosa en estos temas, porque le esperan momentos de decisiones que pueden mover a molestia tanto a cabecillas del crimen organizado como a políticos que están comprometidos con ellos. Y ello es una acción por demás riesgosa.
EN TIEMPO REAL
1.- En Oaxaca, los Murat, padre e hijo, están moviendo todo su dinero, por supuesto mal habido, para tratar de socavar el gobierno de Salomón Jara. Ahora son los que le mueven el tapete con el fatal accidente de oaxaqueños que acudieron a la concentración del Zócalo.
2.- El anuncio de que el piloto de Fórmula 1 jalisciense Sergio “Checo” Pérez volverá a estar en el circuito mayor del automovilismo para la próxima temporada que está por comenzar, no ha logrado detener los millones de comentarios que se han hecho en redes sociales contra la insuficiencia de las autoridades competentes de esa entidad en relación al hallazgo del cementerio clandestino en Izaguirre, para ser más precisos en el rancho “La Estanzuela”.
3.- La Presidenta Claudia Sheinbaum anunció que se instrumentará un operativo de coordinación para disminuir el pavoroso nivel de los homicidios dolosos en Guanajuato. “No es nada político”, aseguró la mandataria.