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Afortunadamente, hay indicios concretos y tangibles que nos permiten entusiasmarnos con un pronto regreso a nuestra cotidianeidad. La pandemia del coronavirus está cediendo (cuando menos en nuestro país) y todo apunta a que en unas cuantas semanas muchos de nosotros estaremos de vuelta en el punto en el que dejamos suspendidas nuestras vidas. Sin embargo, es prioritario entender que todo debe ser paulatino, gradual, con calma y tomando todas las debidas precauciones.

Han sido meses de mucho aprendizaje para todos. Hombres y mujeres, niños y adultos, todos, absolutamente todos vimos trastocadas nuestras existencia por esta durísima enfermedad que al día de hoy ya contabiliza casi 4 millones de pérdidas humanas. Es un número gigantesco visto desde cualquier ángulo, porque se trata de personas, de seres humanos, de gente que de alguna forma a diario impactaba, directa o indirectamente, las vidas de otros.

Lo que sigue en el futuro inmediato de todos es la reconstrucción de todo aquello que conforma eso que llamamos realidad y ciertamente no será nada sencillo para muchos de nosotros. Hemos perdido contacto con el mundo exterior en varios aspectos y, obviamente, habrá quienes tendrán que lidiar con la circunstancia de que perdieron su empleo, que sus ingresos disminuyeron considerablemente; otros tantos, los más jóvenes y los, vieron afectados sus estudios, dejaron de asistir a la escuela, perdieron clases y, en el peor de los casos, hay quienes tendrán que enfrentar lo venidero con la irreparable pérdida de un ser amado: La pareja, los padres, los abuelos, algún hijo, un tío, amigos muy cercanos… todo lo que vamos a reconstruir será sobre cimientos de mucho dolor e incertidumbre. Esa es la verdad.

Pero los seres humanos estamos hechos de muchos ingredientes y uno de estos es la resiliencia, que no es más que la capacidad individual que todos tenemos para superar las circunstancias más traumáticas a las que a diario nos enfrentamos. Y también contamos con la solidaridad y la empatía porque, aunque parezca que este mundo cada vez se encamina a ser territorio de nadie en cuestiones de egoísmo e insensibilidad, lo cierto es que hasta en los momentos más difíciles y complejos siempre podremos encontrar a alguien con quien vamos a tener coincidencias que nos permiten generar apoyo y motivación.

No se puede tapar el sol con un dedo. Todo lo que hemos vivido en estos meses y todo lo que hemos perdido ya no lo vamos a recuperar jamás (sobre todo a las personas que ya partieron y el tiempo transcurrido). Por lo mismo, nuestra y actitud deberán estar alineadas en la misma sintonía para que en el día a día podamos ser capaces de generar circunstancias alentadoras y productivas.

El saldo de esta pandemia es negativo para todos, pero de nada nos servirá sentarnos a contemplar aquello que nos devastó. Lo más valioso con lo que contamos en estos momentos (y no es cliché, es una verdad contundente) es con el “aquí” y con el “ahora”. Aquellos que ya no nos pueden acompañar y todos con los que contamos en este preciso instante merecen ser espectadores del mejor esfuerzo que podamos desplegar para, entre todos, poder mover hacia adelante a este mundo que, sin duda alguna, requiere de todos nosotros.

Y no olviden que todos los sábados a la medianoche los espero en su programa “Exclusivo Para Hombres”, que se transmite por Telefórmula (por favor chequen su sistema de cable predilecto para verificar la nomenclatura de los canales).

E-mail: yazminalessandrini@yahoo.com.mx 

Twitter: @yalessandrini1

Website: www.lapoliticamedarisa.mx

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