* Médicos, niños enfermos, científicos, sacerdotes, judíos… ¡Ha insultado a todos!
* Inauguración de Dos Bocas: Toda una pantomima
* Llevamos una docena de periodistas asesinados en 2022; el Gobierno ni los ve, ni los oye
HAMBURGUESAS DE REALIDAD.- Desde el primer día de su gestión como Presidente, Andrés López decidió que bajo ninguna circunstancia gobernaría para todos los mexicanos. Una vez que llegó a Palacio Nacional apostó a la fórmula que lo llevó al poder: Dividir al país entero en dos bandos antagonistas. Y así fue que México acabó convertido en un campo de batalla en el que a diario (hasta el día de hoy) pelean chairos contra fifís, cómo él mismo decidió segmentarnos. Los primeros son aquellos que votaron por él, los que celebran todas sus ocurrencias y los que aplauden ese mundo feliz, feliz, feliz del que ni siquiera forman parte y en el que sólo viven él, su familia, sus amigos y colaboradores más cercanos; mientras que los segundos son aquellos que se oponen, desde su respectiva trinchera, a reprocharle que esté llevando a este país al despeñadero y que a diario viven en carne propia la cada vez más incontrolable violencia, el nulo crecimiento económico, el desastre educativo y la debacle de un sistema de salud que si bien presentaba muchísimas deficiencias no merecía ser demolido en su totalidad. *** Así las cosas, desde el púlpito presidencial y a través de sus llamadas conferencias mañaneras, las cuales no tienen nada de ejercicio informativo pero si son una muy contundente y utilísima herramienta para denostar, insultar, humillar, sobajar y lapidar a aquellos que osan criticarlo, Andrés López se dedicó, desde el arranque de su administración, a dejar muy en claro que el objetivo prioritario de su gobierno era poner bajo el escarnio de la opinión pública a todo aquel que él decidía ajustarle la etiqueta de enemigo (ya ni siquiera adversario) aplicando un único criterio: “O están conmigo o están contra mí”. Y así se arrancó contra todos: Médicos, abogados, empresarios, científicos, feministas, universitarios, niños enfermos de cáncer, los papás de estos, organismos autónomos, ambientalistas, jueces, periodistas, consejeros y magistrados electorales, atletas, sacerdotes religiosos, judíos… el etcétera es interminable. Nadie se ha salvado de ser señalado y acusado de neoliberal, conservador, apergollado, corrupto e hipócrita. *** Y bajo está dinámica, en donde el odio y el desprecio hacia aquellos que son diferentes o que piensan distinto llevan mano, ya transcurrieron casi cuatro años de la presidencia de Andrés López. El tiempo prácticamente ya se agotó y la gran mayoría de todos los mexicanos se quedó esperando ese gran cambio prometido en época proselitista. Los programas, los proyectos, las políticas públicas, el desarrollo, el progreso, el anhelado gran salto de calidad… nada de eso llegó. A cambio sólo recibimos insultos, encono, ocurrencias, más violencia, más de lo mismo de siempre. A propósito, ¿no les parece un exceso acusar al publicista y comunicólogo Carlos Alazraki (saludos, querido amigo) de émulo de Joseph Goebbels, el infame mercadólogo del movimiento nazi, cuando en la 4T tienen a Epigmenio Ibarra? ¡Caray!
CEVICHE DE AIRE.- Un clarísimo botón de muestra de lo referido líneas arriba lo podemos tomar de la “inauguración” de la primera etapa de la refinería “Olmeca”, ubicada en el puerto de Dos Bocas, Tabasco. Al cierre de esta colaboración todavía seguían trabajando a marchas forzadas más de 30 empleados, pero la realidad es que todavía está muy lejano en el que de esta instalación salga una sola gota de combustible refinado. Desde Palacio Nacional y la Secretaría de Energía se comenta muy románticamente que a partir de hoy Dos Bocas entrará en una fase de pruebas que concluirá a más tardar en 9 meses. Pero la realidad arroja que, de acuerdo a las investigaciones de los especialistas en materia energética, los 340 mil barriles diarios que producirá esta instalación no se verán en el corto plazo. Las proyecciones más optimistas vaticinan que eso ocurrirá hasta el 2026. O sea, no será en este sexenio. Pero, en vía de mientras, celebremos este viernes que se inaugurarán el museo, la maqueta y la obra negra de la refinería “Olmeca”. Algo es algo, ¿no?
MANTEL TEÑIDO DE ROJO.- México es un país que desde hace mucho tiempo no está en guerra con nadie. ¡Vaya!, ya ni siquiera le echamos bronca a los señores narcotraficantes ni a los distinguidos caballeros que honradamente se ganan la vida dentro de las filas del crimen organizado. Para ellos tenemos abrazos, no balazos. Entonces, ¿cómo se explica que al cierre del primer semestre del 2022 ya presumimos la friolera de 12 periodistas asesinados? Con el homicidio de nuestro amigo y colega Antonio de la Cruz (reportero del diario “Expreso” desde hace 15 años), ocurrido anteayer miércoles en Ciudad Victoria, Tamaulipas, ya alcanzamos la docena de comunicólogos abatidos en lo que va de este año, o sea en país se mata a un periodista a la quincena. ¡Qué realidad tan vergonzante y putrefacta la que nos está tocando vivir a quienes nos dedicamos a esta noble profesión en este país! Se trata del año más sangriento en este rubro y desde el Gobierno lo único que pueden argumentar es que “estamos trabajando para dar con los responsables”. Sí, están trabajando para concluir que nuestros colegas caídos están siendo ultimados por razones ajenas al ejercicio de su profesión. ¡No se vale!
¿Y LA PROPINA?.– 2018: El año que entra tendremos un servicio de salud como el de Dinamarca.
2019: El año que entra tendremos un servicio de salud como el de Dinamarca.
2020: El año que entra tendremos un servicio de salud como el de Dinamarca.
2021: El año que entra tendremos un servicio de salud como el de Dinamarca.
2022: El año que entra tendremos un servicio de salud como el de Dinamarca.
¡Qué emoción… Ya mero!
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